En nuestro artículo sobre cómo convertir tu baño en un spa mencionábamos la necesidad de comprobar antes que nada el caudal de agua de la vivienda. Aquí te contamos paso por paso lo que tienes que hacer.
Ya sea una bañera de hidromasaje o una columna de ducha con jets el sistema de agua depende de tres factores: caudal, presión y temperatura.
El caudal es la cantidad de agua que es capaz de abastecer el sistema en un tiempo determinado. La medida se calcula en litros por minuto. Puedes realizar una prueba rápida con el cubo de la fregona bajo el grifo de la bañera. Deberías recoger entre 8 y 15 litros por minuto. Por propia experiencia te recomendaría un mínimo de 12 a 15 litros por minuto. Un cubo normal tiene una capacidad de 12 litros, así que la medida mínima sería un cubo de fregona por minuto. Puede haber varias razones por las que no alcances esta cifra:
– Tuberías sedimentadas. Incluso con aguas muy duras las tuberías tardan años en sedimentarse así que esta posibilidad en principio sólo sucederá en casas más bien antiguas. Si es tu caso ha llegado la hora de cambiarlas. Las tuberías de cobre se obstruyen menos que las de hierro o plomo que se usaban antes, aunque la mejor opción es la instalación de plástico (polietileno, polibutileno y polipropileno). Es muy barata, fácil de instalar y se obstruye aún menos que la de cobre. Comprueba también la sedimentación que pueda haber en la salida del propio grifo.
– Diámetro insuficiente en tuberías. Es importante que la sección del tubo permita el paso de toda el agua necesaria ya que de ésta depende directamente el caudal de agua del que dispondrás.
– Abastecimiento insuficiente de la red municipal. Problema grave pero tiene solución, como veremos.
La presión es la fuerza que es capaz de ejercer el agua, en nuestro caso la presión debe ser la necesaria para que funcione el sistema de jets. Básicamente se trata de salidas de agua en las que se reduce la sección, así se consigue acelerar el flujo de agua. Al contrario que con el caudal, la presión sí está regulada por normativa entre 1 y 5 bares. No obstante debemos mirar las indicaciones del fabricante y comprobar que estamos en el rango de presiones a las que puede trabajar el sistema. Si hay menos presión de la indicada el agua no será capaz de circular a través de los pasos reducidos del sistema y no saldrá con la suficiente velocidad. Por contra, un exceso de presión podría estropear el sistema. La medición se tiene que hacer con un manómetro.
– En caso de presión insuficiente (por debajo de 1 bar) será necesario instalar un grupo de presión. Es un subsistema que bombea agua para alcanzar el caudal y la presión que se necesita. No son tan caros ni difíciles de instalar como puede parecer a primera vista, y por contra se consiguen fácilmente valores muy superiores a los estándares y nos aseguramos un rendimiento óptimo del hidromasaje.
– En caso de que la presión sea superior a la recomendada por el fabricante (normalmente más de 5 bares) habrá que instalar una válvula reductora en el conducto de agua fría.
La temperatura viene dada por el calentador de agua. El calentador tiene su propio caudal y presión de salida, por lo que es un elemento delicado a la hora de planificar nuestro spa. El rendimiento de un calentador normal puede estar sobre los 6-7 litros por minuto a 60ºC y con una presión de entre 2 y 5 bares. Para asegurarte un suministro constante te recomiendo que como mínimo tenga una capacidad de 10 litros.
Con estos tres factores bajo control puedes estar seguro de disfrutar como un enano en el spa de tu casa.