Todos tenemos un color favorito. ¿Por qué? Algunos dicen que nos recuerda buenos momentos, o que los relacionamos con ciertas cosas, personas o sensaciones. Lo cierto es que ya desde muy temprana edad los bebés muestran sus preferencias por unos u otros colores sin que haya mediado condicionamiento alguno. Antes de que esto parezca el programa de Redes de la 2, vayamos a la siguiente pregunta. ¿Sirve nuestro color favorito para decorar la casa?
La respuesta es clara, no. Al menos eso se desprende de una encuesta realizada en apartmenttherapy en la que se preguntaba a los lectores de qué color no pintarían la pared de sus casa. Veamos los resultados:
tu color favorito no sirve para la pared?
Sorprende ver en primera posición al color rosa. Es un hecho que las mujeres sienten predilección por el color rosa y sin embargo en los resultados encontramos verdadero odio hacia las paredes de este color. Hay muchos casos de personas que han elegido un color para la pared por el simple hecho de que el color les parecía bonito y luego descubren que queda horrible.
Otras ideas generalizadas que vemos en la encuesta son: el amarillo da dolor de cabeza, el rojo queda cutre, el negro demasiado dramático, el verde queda sucio… En fin, uno no sabría elegir un color que no tuviera alguna pega. ¿Es posible no equivocarse? En las fotos de las revistas todo se ve guay pero a la hora de la verdad hay que andarse con mucho ojo con el tema de colores. Nunca está de más dejarse aconsejar por un decorador interiorista.
Vía: apartmenttherapy.com
Foto original: flickr Amit Gupta