En muchas ocasiones nos encontramos con que el constructor no nos ha dejado hueco para lavavajillas, o bien preferimos emplearlo como espacio de almacenamiento. Sea como sea, nos toca fregar.
Para ahorrarnos esta tarea tan aburrida y malhumorante nos llega Colo. Un kit autoinstalable que se coloca encima del fregadero convirtiéndolo en un lavaplatos.
La vajilla se coloca en una bandeja y se mete en el fregadero.
Se baja la tapa, que tiene conectada la manguera al grifo. Se abre el grifo y el sencillo sistema de agua a presión mediante pala giratoria (similar a la de un lavaplatos común) se pone en marcha.
Una vez acabado el ciclo de lavado (que se hace a ojo) la bandeja se puede dejar colgada de la pared mediante otro de los complementos del kit.
Aquí podéis ver un video del aparato en funcionamiento.
Vía unplggd.com
Sitio web del fabricante: Wachshaus
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