Hoy publicamos este post en agradecimiento a una de nuestras fieles seguidoras que nos hizo llegar su historia de amor-odio con el parquet de su casa. Nos encanta recibir vuestras ideas, consultas e historias vividas con vuestras propias reformas y proyectos de decoración, por ello hoy os vamos a relatar desde el punto de vista de Mireia los pros y contras del parquet vs la cerámica de imitación madera de la que recientemente os hemos hablado en este blog.
Cuando Mireia y su pareja compraron su vivienda, esta ya incluía parquet de madera (no tarima) en todas las estancias salvo cocina y baños, donde el suelo era de cerámica. El baño principal, en cambio, tenía cerámica de imitación madera en wengue.
Aunque nos confiesa que nunca había sido partidaria del parquet por los cuidados que este requiere, todas las consultas realizadas tanto a amigos de confianza, interioristas y profesionales acababan en comentarios positivos y felicitaciones por la buena elección del arquitecto al incluir un material de tanta calidad en las viviendas. “La verdad es que estéticamente resulta muy acogedor y atractivo y el contraste con los muebles me encanta…” nos dice en su email. Y así es, no nos cansamos de repetir las cualidades estéticas de este tipo de suelos en todas sus versiones, tamaños y colores.
“A nivel de limpieza todos quitaban hierro a mi preocupación por los cuidados, ya que con una pasada de mopa el suelo quedaba impecable y era supuestamente mucho más cómodo que la cerámica al no requerir fregado”. Esto es así en parte, puesto que la mopa no siempre elimina las marcas y los productos en spray o toallas húmedas que podemos encontrar en el mercado tampoco obtienen los mejores resultados, ya que es muy habitual que quede una capa un tanto pegajosa sobre la madera que también acaba dañándola y quitándole el brillo natural. Tampoco es muy recomendable fregar el suelo con agua, incluso con productos especiales para parquet, ya que acaban comiéndose el brillo y estropeando el material. “Para una perfeccionista en la limpieza como yo esto ha supuesto un quebradero de cabeza, ya que yo soy de las de fregado semanal con fregasuelos de pino…”
Acostumbrada a los suelos de cerámica gres, para Mireia (y su pareja…) resultó complicado adaptarse a la vida con un nuevo inquilino al que cuidar como si de un niño se tratara: “[…] cambio de zapatos a zapatillas de casa nada más entrar ( o incluso en el propio rellano…), la preocupación al recibir en casa a mis amigas con taconazos, mis sobrinos y sus juguetes con ruedas y motorizados… Además, cada vez que comparo el suelo de madera de toda la casa con la cerámica imitación wengue del baño, tan práctica y resistente… me preguntó por qué no podrían haberla puesto en toda la casa…” Mireia nos cuenta cómo en el baño se combinan la estética y calidez de la madera con la tranquilidad de que aunque caiga agua o algún objeto al suelo simplemente…no pasa nada.
Con gran esfuerzo esta pareja de jóvenes mantienen su parquet de la mejor manera posible y mantiene el brillo y uniformidad del primer día aunque no han querido dejar de mandarnos el resultado de esos pequeños descuidos que han dejado huella para siempre:
Una pequeña fuga de agua al encender los radiadores…
El golpe de un manojo de llaves al caer contra el suelo…
Con este artículo no pretendemos atacar ni renunciar a ningún material, pues somos fans incondicionales de la madera y sus múltiples versiones pero también somos realistas y conocedoras de los pros que muchas veces no vemos en los ambientes y catálogos y que luego, como Mireia, sufrimos en el día a día. Por ello siempre recomendamos que estudiéis todas las posibilidades que existen hoy en día en el mercado en función de vuestro estilo de vida y preferencias para evitar acabar siendo “esclav@s” de vuestro propio hogar.
Como siempre, os invitamos a que nos mandéis vuestros proyectos, reformas y consultas, las cuales atenderemos con mucho gusto e incluso pueden llegar a ser las protagonistas de uno de los posts de Reformas Blog como ha sido este caso.
Imágenes: Tau Cerámica