Hoy es un gran día. Éste es un ejemplo de cómo un local abandonado durante 30 años se convierte en un moderno y lujoso restaurante. De cómo es posible invertir en una reforma y que el resultado sea un modo de vida. También, como veremos, es un ejemplo de que hacerlo todo con prisas no es sinónimo de éxito ni de gente competente, veremos cómo repercute en el resultado final tomarse las cosas con calma y meditar bien durante la etapa de planificación.
El restaurante Vin.Up Toneles, propiedad de Rosa y Javier, tiene 15 mesas para un aforo de 52-56 personas. En poco tiempo se ha convertido en un referente de la vida nocturno-culinaria de la pequeña ciudad costera de Benicasim. Han apostado fuerte por la calidad y el cuidado de los detalles; da gusto comprobar que el público ha sabido apreciarlo, el local suele estar lleno incluso en los meses de invierno. El tipo de comida que se sirve son tapas de alta cocina muy elaboradas que van renovando periódicamente, siempre con el sello inconfundible de la cocina mediterránea.
El proyecto de reforma decidieron diseñarlo ellos mismos, después de varias propuestas que les presentaron que no acababan de gustar. Ambos, amantes del estilo y la decoración, se pusieron a buscar entre montañas de catálogos, eligiendo cada uno de los elementos que podemos ver hoy en el restaurante: mobiliario, iluminación, pavimento, etc. Una vez cerrado el proyecto lo entregaron a la empresa que se encargó de toda la obra.
Se deja ver el toque personal en detalles como el de las flores que cuelgan del techo sobre las mesas, en lugar de poner el típico jarroncito que alguien termina tirando de un manotazo durante la cena.
El mueble botellero, de diseño propio, sólo deja ver algunas botellas, dejando el resto tras unas puertas correderas.
Gran elección del suelo. Porcelánico de gran resistencia que luce como el primer día a pesar de llevar ya dos años soportando el alto tránsito que tiene un local de estas características. Aquí vemos el modelo Corten de TAU Cerámica.
Serie Corten de TAU Cerámica
También vemos la misma serie en el baño. Impecable.
gran acabado y buena iluminación que dan un aspecto de íntimo y limpio
El restaurante tiene hasta 4 tipos distintos de mesas donde comer, lo que le da un aire dinámico y ecléctico.
Las tapas, tal y como sospechábamos, estaban riquísimas. Pedimos de 8 tipos donde había un poco de todo: queso, setas, jamón, pulpo, escalibada, cebolla caramelizada, berenjena… Todo bien regado de vino. Qué grandes momentos.
La reforma duró unos 7 meses y costó alrededor de 160.000 euros. A pesar de que pudo haber durado algunos meses menos, decidieron hacerlo con calma. Nada de obreros corriendo de un lado para otro dejando cosas a medio hacer. Recordemos que el sitio había estado abandonado durante muchos años y la prioridad era conseguir un sitio salubre totalmente libre de filtraciones y humedades.
Para obligatoria si vais alguna vez por el levante castellonense. Os dejo la dirección y el teléfono:
C/ La Pau, 18, Benicasim
Tel:964301012
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