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La cocina americana

flickr/kyomichell Es uno de los temas estrella en el mundo de las reformas. Se trata básicamente de unir dos espacios: salón y cocina. Esta fusión de rincones tan dispares de la casa puede parecer un reto, pero bien planificado y bien ejecutado será una de las reformas de las que más vamos a poder disfrutar y la que más resultados "inesperados" nos reportará. Podemos darle a nuestra casa un nuevo aire, no sólo a nivel estético, también a nivel de convivencia logramos cambiar nuestro día a día radicalmente.

La cocina americana

Es uno de los temas estrella en el mundo de las reformas. Se trata básicamente de unir dos espacios: salón y cocina. Esta fusión de rincones tan dispares de la casa puede parecer un reto, pero bien planificado y bien ejecutado será una de las reformas de las que más vamos a poder disfrutar y la que más resultados “inesperados” nos reportará.

¿Cómo empezar? Primero vemos los distintos tipos de fusión que se pueden dar entre salón y cocina. Dando por sentado que ambos se encuentran adyacentes el uno del otro y separados por un único tabique.

La opción A sería la demolición total del tabique para dejar un único espacio diáfano. Es la opción seguramente más cara, por la duración de la obra y por la cantidad de escombros que deberemos recoger.
La cocina americana

La opción B es abrir una ventana en el tabique, dejandolo a media altura y con una barra americana que une las estancias.
La cocina americana

La opción C es algo intermedio. Dejamos la ventana y además tiramos parte del tabique hasta el pasillo de modo que nos queda la conexión salón/cocina en forma de L. De esta manera también tendremos la posibilidad de habilitar barra americana.
La cocina americana

Cada casa es un mundo y existirán diferentes soluciones que debemos estudiar en cada caso concreto. Debemos tener en cuenta la mezcla de materiales que esta reforma conlleva, como el color del mobiliario o la unión de dos tipos de pavimento diferentes (pudiendo llevar el pavimento del salón a la cocina).

También podemos experimentar con otras opciones mezclando las anteriores. Siempre y cuando logremos unir ambos espacios habremos logrado el objetivo.

Todas las opciones ofrecen un resultado similar. Para empezar, sobre todo en cocinas sin ventanas al exterior, lograremos hacer llegar la luz del salón hasta la cocina, con lo cual convertimos una de las estancias “lúgubres” de la casa en un espacio bien iluminado y acogedor como cualquier otro. Otro factor a tener en cuenta es el ahorro de espacio que supone tirar un tabique, sobre todo en la construcciones de pisos actuales, que algunos empiezan a ser peligrosamente pequeños. Supone un verdadero alivio para la vista.

El efecto más importante de esta conversión viene a nivel de convivencia. La interacción familiar cambia completamente, ya no tenemos al cocinero/a asilado en su mundillo de peroles y tablas de cortar. Estamos creando un espacio de reunión en torno a la barra americana ideal para cenas con amigos, para tomar un aperitivo mientras se prepara la comida o tomar un café y leer el periódico. También logramos desplazar el centro de gravedad de la casa, alejándolo de la televisión (ese gran tótem que no sabemos todavía si nos conecta al mundo o nos desconecta del mundo, oh qué profundo).

A nivel de higiene tengamos en cuenta el tema de extracción de humos. A pesar de lo que os digan (esa vieja cantinela de “es que se llena la casa de humo”) existen muchos modelos de campana que lograrán extraer los humos de la cocina de manera eficiente. No es en absoluto un inconveniente, a no ser que tengamos predilección por hacer sardinas a la plancha, en cuyo caso no tenemos salvación ya sea con cocina americana o convencional.

Aquí puedes ver más imágenes de cocinas americanas.