El equipo de desarrollo de TAU Cerámica ha conseguido algo que parecía imposible hasta hace unos años: un porcelánico de 5 mm. de grosor. Aparte de las ventajas obvias a nivel medioambiental (menos materias primas y menos residuos) y a nivel logístico (menor coste de transporte y almacenamiento), este producto abre un nuevo abanico de posibilidades de aplicación. Para empezar tenemos la posibilidad de instalarlo sobre suelo existente, lo cual es muy demandado en el mercado actual en el que se requiere cada vez más tanto rapidez de ejecución como reducción de la tarea de desescombrado. Tanto para rehabilitación como para redecoración es un producto idóneo.
Por otra parte tenemos su peso. TAUfine no sólo es fino, es muy ligero, aproximadamente la mitad que un porcelánico normal del mismo formato. Esto se traduce en facilidad de manejo, de corte y perforación, y en definitiva de mayor manejabilidad para el instalador (o sea, más barato de instalar). Su ligereza también posibilita su utilización en paredes, fachadas (aplacadas y ventiladas) y sitios en los que la carga suele ser un hándicap.
Un producto pensado para el ahorro sin renunciar a las características técnicas que ofrece un porcelánico de gran formato, gama en la que TAU vuelve a mostrar su dominio tecnológico dentro del sector.
Más información: TAU Cerámica