Uno de los males endémicos que vivimos en nuestras casas es la creciente demanda de más espacio de almacenamiento. No importa el tamaño de nuestra casa, siempre se nos queda pequeña. Nuestra tendencia a acumular cosas nos conduce a un inevitable desorden. Un par de días a la semana recolocamos las cosas e intentamos reconducir la situación. El caos siempre vuelve. Esto es síntoma de falta de espacio de almacenamiento.
Algunos afortunados tienen en sus apartamentos armarios suficientes (infinitos en nuestra imaginación) como para vivir despreocupadamente. El resto tenemos que afrontar tarde o temprano una reforma de este tipo que veremos a continuación.
Aquí vemos el dormitorio normal y corriente que todos tenemos al principio en nuestras casas. Paredes despejadas, aspecto pristino, orden.
A medida que el caos avanza se hace necesario un mayor espacio de almacenamiento. Se trata de una reforma muy económica ya sea con armarios de fabricación propia o comprados.
La proliferación de armarios nos puede conducir a efectos inesperados. Esta habitación tiene un aire a camarote de barco.
Un paisaje goyesco en la pared. Me gusta. También muy bonita la madera.
Vía D*S