A veces las reformas las acometemos a lo bestia. Nos dejamos llevar por un cierto odio que va madurando dentro de nosotros. Cada vez que vemos el baño lo odiamos un poquito más, hasta que llega el día que decides tirarlo abajo. Aire fresco, vida nueva, baño hermoso.
Es el caso de esta propietaria, que pasó nada menos que cinco años esperando que llegara su oportunidad para rehacer su cuarto de baño. Una planificación digna de una diseñadora de interiores, cuidando cada detalle. El rejunte oscuro, el inesperado verde lima para la bañera de garras, el uso de muebles antiguos.
La bañera focaliza la atención de la estancia. Incluso siendo un modelo pequeño. Es más difícil encontrar ese tamaño. Le falta una buena cortina, eso sí.
Un look sofisticado a la vez que muy austero, que despertará los celos de cualquier visita. El alto nivel de contraste de los azulejos de suelo y pared junto con los verdes le dan un aire ajardinado que no se ve en muchas ocasiones. No encontrarás una interiorista que no incluya su detalle rosa. En el fondo le gustaría pintarlo todo de ese color pero sabe que no puede.
Pruebas de color.
Los muebles viejos tienen su encanto. Estos en concreto además tiene su peligro. No parecen haber sido tratados adecuadamente y podría ser un foco de infecciones o incluso de tétanos. Si utilizas muebles viejos procura sustituir la tornillería y reutilizar solamente la madera.
Toques de Ikea no pueden faltar. Tapa del retrete y arreglo floral para las ventanas.
Vía: lifeunstyled.com