Aquí os dejamos una reforma sin obra que parece más cara de lo que realmente fue. Con mucho “trabajo propio” y una atmósfera muy conseguida. A esto lo llamo yo decoración.
Aquí vemos el antes, con un aspecto rústico que como veremos se mantiene tras la remodelación.
¡Menudo cambio! Magnífica idea la de continuar la encimera por debajo de la ventana, creando así un nuevo espacio para comer, o para mirar el correo electrónico, o para hacer ambas cosas a la vez. Ideas frescas.
El gasto se ajusta en gran medida gracias al hecho de no tener que cambiar todos los armarios. En su lugar, se opta por re-acondicionarlos y repintarlos. Se añaden algunas puertas de cristal que encajan muy bien con la arquitectura de la casa.
Vemos que hay muchísimas ventanas para lo que suele encontrarse en una cocina. Es indudable que esto ayuda a la hora de hacer que la decoración luzca más.
la puerta de la cocina es de auténtico cuento de hadas
La pintura de la pared es lo que le da esa atmósfera tan encantadora a la habitación. En la parte de la entrada se coloca una mesita y un sofá con almacenamiento oculto. El suelo es de rollo de corcho. Personalmente creo que es el punto flaco de la reforma. Estéticamente encaja pero se ralla con facilidad y no soporta bien los vertidos.
Electrodomésticos nuevos y encimera de esteatita. Un material de aspecto brillante y resbaladizo que no se suele ver mucho. A pesar de su aspecto frágil aguanta bien el trabajo diario de cocina y no se agrieta con los cambios bruscos de temperatura (como ponerle una olla caliente encima).
Vía: thekitchn